
Désiré Le Hoc, alcalde de Deauville, se asoció con el empresario Eugène Cornuché para relanzar la estación, inactiva desde la muerte del duque de Morny (1865) y la caída del Segundo Imperio (1870). Tras fundar la Société des casinos et hôtels de Deauville, Eugène Cornuché compró en 1910 el Grand Hôtel du Casino e hizo construir en su emplazamiento un nuevo establecimiento de juego y el Hôtel Normandy, inaugurados ambos en 1912, y al año siguiente el Hôtel Royal. Atraída por este lujo y la diversidad de actividades (reuniones aéreas, carreras de coches, regatas, golf, tenis), una rica clientela cosmopolita acudió a Deauville.
