Yul Brynner

Con su cráneo liso y sus ojos oscuros de terciopelo, Yul Brynner dejó una huella imborrable en el cine de los años 50 y 70. Este actor cosmopolita, popularizado por Los siete mercenarios y Los diez mandamientos, siempre conservó su apego a Francia, donde vivió de 1934 a 1941. En los albores de los años sesenta, tras rodar Le Testament d'Orphée bajo la dirección de Jean Cocteau, adquirió Le Manoir de Cricquebeuf en Bonnebosq, en el corazón del Pays d'Auge, a veinte kilómetros de Deauville. Es entonces cuando se apasiona por la fotografía.

Durante más de 25 años, la proximidad geográfica de su casa de veraneo a la ciudad de Les Planches convirtió a Yul Brynner, acompañado de su segunda esposa Doris, en una figura clave de Deauville. Como fotógrafo inspirado por la bulliciosa vida y los acontecimientos estivales, fue a la vez participante y testigo privilegiado. De 1959 a 1985, no perdió ocasión de hacer retratos notables o fotos atmosféricas de rodajes. Amigo íntimo de Henri Cartier-Bresson y de Jacques Henri Lartigue, inmortalizó con su Leica los grandes acontecimientos del verano de Deauville: Françoise Sagan y Sophie Litvak en las carreras (1961), Elie de Rothschild jugando al polo y el rodaje deAimez-vousBrahms, de Otto Preminger, protagonizada por Ingrid Bergman, Anthony Perkins e Yves Montand. 

Testigo privilegiado de la creación del Festival de Cine Americano, fue homenajeado en su cuarta edición, en 1980, cuando una de las vías de las cabinas de baño de Planches recibió su nombre.