Relato 10: Disfrutar de los beneficios del agua de mar
Cuando se desarrolló en Francia en el siglo XIX la moda de bañarse en el mar
no era una práctica de ocio ni una oportunidad para admirar la belleza de las playas;
la gente se bañaba por razones médicas. Los médicos descubrieron las virtudes del agua de mar,
rica en magnesio, calcio y potasio, que, según ellos, podría curar muchas dolencias.
El baño, y más concretamente el paseo acuático, estimula la circulación sanguínea
y ofrece un baño rico en oligoelementos y sales minerales
y sales minerales, al tiempo que alivia las articulaciones. En cuanto a caminar por la arena,
conocida hoy en día como "marcha nórdica", estimula tanto el sistema cardiovascular como el respiratorio
el sistema cardiovascular y el sistema respiratorio, al tiempo que tonifica los grupos musculares.
Hoy en día, dos centros de talasoterapia perpetúan la tradición de 200 años de inmersión en el agua de mar: Thalasso Deauville by Algotherm y elInstitut des Cures Marines Trouville, Hôtel & Spa. Con baños de hidromasaje, envolturas de algas y aplicaciones de barro marino, podrá aprovechar las virtudes terapéuticas del medio marino para regalarse un momento de bienestar.
Más recientemente, la piscina olímpica de Deauville fue diseñada por el arquitecto Roger Taillibert en 1966. La piscina, de 50 metros, se llena con agua de mar bombeada desde el mar frente a Deauville y se calienta a 27 °C durante todo el año. Con sus velas y curvas de hormigón, el exterior de la piscina parece una concha sobre la arena, frente al mar y al abrigo de la brisa marina. Dentro, es una inmensa bóveda que atrapa el sol y la luz. Un lugar ideal para nadar, hacer ejercicio o asistir a una clase de aquagym.