La escena de la corrida está protagonizada por Gabriel Fouchet (Jean-Paul Belmondo) que, borracho, vive un sueño despierto en España. Se cree torero y realiza una corrida con su chaqueta en medio de los coches de la Rue du Général Leclerc.
Es delante de la comisaría de policía de Tigreville (Villerville) donde Gabriel Fouquet (Jean-Paul Belmondo), ligeramente borracho, toca el toreador en medio de los coches con su chaqueta. Este juego inconsciente le lleva a comisaría.
El Hotel Stella está regentado por Albert Quentin (interpretado por Jean Gabin), un antiguo marine, con su esposa Suzanne (interpretada por Suzanne Flon). Albert Quentin, alcohólico, promete a su mujer que si el hotel sobrevive a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial dejará de beber. El hotel se salva y él debe entonces cumplir su promesa.
La torre situada al final del dique de Villerville, frente al mar, aparece al principio de la película, cuando Tigreville (Villerville) está bajo ocupación. Cuando el pueblo fue bombardeado, la torre estaba en llamas, al igual que las fachadas de la rue Foch.
Muchas escenas se rodaron en la playa, incluida la memorable escena final de los fuegos artificiales.
Tras su discusión con Suzanne Quentin (Suzanne Flon) en el mirador, Fouquet (Jean-Paul Belmondo) recorre la playa, sube por la Rue des Bains y entra en "Au Chic Parisien", una tienda de ropa para encontrar una prenda de abrigo para una chica.
El mirador se encuentra al final de la Rue de la Cabine, en la esquina del Cabaret Normand y da acceso, por unas escaleras, al dique de la playa. Gabriel Fouquet y Suzanne Quentin acuden allí para hablar porque Suzanne teme que Gabriel sea una mala influencia para su marido.