Henri Le Sidaner

En el cambio de siglo, la obra de Le Sidaner se sitúa en la confluencia de múltiples corrientes. Sin imponer las limitaciones de un Seurat, adopta un toque cercano al puntillismo. Sin el radicalismo cromático de un fauvista, combina un caleidoscopio de colores, a menudo amarillos, a veces morados y a veces verdes. Esta conexión con la estética puntillista, aunque contemporánea de Veleros sobre el mar en la distancia, no es evidente. Sin embargo, este cuadro tiende, por medios diferentes y de manera más impresionista, hacia un efecto similar. La presencia humana se sugiere aquí, como en las obras de madurez, y el lugar parece envuelto en el silencio: una presencia ausente en la que se lee el enigma del tiempo. Le Sidaner lanza una mirada melancólica sobre las cosas. Veleros en el mar a lo lejos forma parte de una serie realizada en Honfleur. A la manera de los últimos impresionistas, se interesa más por captar los efectos de la luz que por la materia.