Sujeta a numerosos desprendimientos y corrimientos de tierra, la zona de los acantilados de Roches Noires - Pointe du Heurtde Trouville-sur-Mer a Villerville, forma un paisaje en constante evolución. Los acantilados de la costa están en perpetuo movimiento. Esta inestabilidad se debe a los ataques del mar y a fenómenos de "soliflucción" que corresponden al deslizamiento de las capas arcillosas del subsuelo tras episodios de lluvia. Como resultado de estos movimientos de tierra, a menudo se encuentra vegetación pionera en el pedregal de los acantilados.

Una multitud de entornos naturales se suceden desde el mar hasta la cima de los acantilados: playa, arrecifes, acantilados más o menos escarpados, canchales, matorrales, praderas secas y zonas boscosas. En este lugar se han registrado 394 plantas, es decir, casi un tercio de la flora del departamento de Calvados. También hay especies raras como la orquídea de Fuchs, una orquídea de pradera seca, y la col de mar, especie protegida a nivel nacional, que vive en la cima de la playa. Las llanuras rocosas también albergan numerosas especies de aves (ostreros, zarapitos, andarríos, grajillas, etc.), lo que hace de este lugar una de las escalas favoritas para la migración y la invernada.