Los Franciscaines adquieren una obra de Georges Braque
Los Franciscaines desvelan el nuevo tesoro de su museo: una obra gráfica de un pintor emblemático de la vanguardia artística francesa del siglo XX.
Con su ambiciosa política de adquisiciones, la Ciudad de Deauville se compromete a enriquecer sus colecciones con obras de los siglos XIX, XX y XXI de grandes artistas y figuras de los principales movimientos artísticos. En este contexto, el pasado mes de junio adquirió en subasta pública una obra gráfica de Georges Braque (1882-1963).
Georges Braque se distinguió en los grandes movimientos artísticos del siglo XX. Inicialmente fauvista en la estela de Matisse, Derain y Othon Friesz, emprendió después el camino del cubismo, del que se convirtió en uno de los líderes junto a Pablo Picasso. Juntos, utilizaron la construcción geométrica para representar objetos tridimensionales en planos bidimensionales, revolucionando el arte del siglo XX sin cruzar nunca el umbral de la abstracción. Tras la Primera Guerra Mundial, durante la que resultó gravemente herido, Braque no prosiguió sus investigaciones cubistas y volvió a composiciones en las que los planos y las líneas seguían desempeñando un papel primordial, tratados en potentes escalas cromáticas.
Esta obra de Georges Braque procede de la colección de André Malraux. Ambos se conocieron en 1920 y entablaron una amistad inquebrantable.
Apoyado por Malraux, entonces Ministro de Asuntos Culturales, Braque recibe importantes encargos públicos de decoraciones monumentales. Ciel et oiseau, adquirido por el Musée des Franciscaines, era un estudio preparatorio de un mosaico para la fachada de la nueva Facultad de Ciencias de París. La muerte de Braque en 1963 puso fin a este proyecto.
El motivo del pájaro aparece en la obra de Georges Braque a partir de la década de 1910, y continúa haciéndolo hasta el final de su vida. El dibujo puro y esquemático del pájaro, que alcanza aquí una gran madurez de ejecución, atestigua la atracción del pintor por el arte arcaico y, más ampliamente, por las artes llamadas primitivas. Este motivo también se utiliza en otra decoración, la del techo de la Sala Henri II del Museo del Louvre, pintada en 1953 y que representa pájaros volando en un cielo nocturno.
Georges Braque, que pasó su infancia en El Havre, siguió muy vinculado a Normandía durante toda su vida. En 1928, compra una casa en Varengeville, en el actual departamento de Sena Marítimo. Allí instala su estudio y crea numerosos cuadros hasta su muerte. Verdadera fuente de inspiración, en 1956 realizó cinco vidrieras para la iglesia de Saint-Valery. Está enterrado en el cementerio de Varengeville, donde un mosaico que representa un pájaro, la paloma mensajera, vela por el artista.