5 museos imprescindibles

Desde 1878, este notable patrimonio de Deauville, ocupado por la congregación de hermanas franciscanas que lo habitaban, es hoy un lugar único, enteramente dedicado a la cultura. Reúne un museo, un auditorio, un salón de actos, espacios de exposición, lectura y documentación estructurados en torno a temas muy queridos en Deauville: los caballos, el cine, el espectáculo, la fotografía, el arte de vivir y la juventud. Con su innovadora escenografía, este nuevo lugar de vida en Deauville invita al visitante a convertirse en actor y a poner su "imaginación a trabajar". Aquí no hay un itinerario fijo; cada persona elige según su inspiración. A lo largo de todo el año se programan espectáculos, conciertos, encuentros literarios, conferencias, grandes exposiciones y actos culturales relacionados con la actualidad artística y editorial del lugar. En el corazón del edificio hay un museo dedicado al pintor figurativo André Hambourg (1909-1999). La Cour des expositions y la Galerie des maîtres acogen exposiciones temporales.

 Visita a Les Franciscaines 

Idealmente situado en la marisma, cerca de la playa y de los acantilados de Vaches Noires, el Paleospace de Villers-sur-Mer es un museo atípico que le transporta al Jurásico, hace 160 millones de años, cuando un mar cálido cubría Normandía. Reconstrucciones espectaculares, interactivas y sensoriales lo convierten en un lugar cultural, científico y divertido.
Inaugurado en abril de 2011, el Paleospace ofrece un espacio de exposición permanente de 300 m² centrado en la interpretación de tres lugares situados en Villers-sur-Mer: los acantilados de Vaches Noires, la marisma de Villers-Blonville y el meridiano de Greenwich.

 Visite el Paleoespacio 

3 MUSEOS A POCA DISTANCIA DE INDEAUVILLE

En Trouville-sur-Mer, la Villa Montebello, construida en 1865 por el arquitecto Jean-Louis Célinsky de Zaremba, conserva y expone desde 1972 las colecciones del museo (pinturas, carteles, litografías, dibujos, manuscritos, objetos, indumentaria, etc.). Un poco más lejos, a lo largo de la Côte fleurie, en Cabourg, La Villa du Temps retrouvé ofrece un viaje en el tiempo gracias a Marcel Proust, auténtico guía de la Belle Époque a través de un recorrido por la vida cotidiana de este periodo fascinante y fértil. Al otro lado del estuario del Sena, el Museo de Arte Moderno André Malraux de Le Havre se distingue por una estética de transparencia y ligereza que lo convierten en una obra maestra de la modernidad.