Cada año, Touques se sumerge en el pasado para celebrar su herencia como segunda ciudad de Normandía durante la Edad Media. Por la noche, la ciudad se viste con sus colores medievales e invita a los visitantes a festejar en un ambiente amistoso y extravagante. Al final de la velada, los visitantes están invitados a reunirse en el aparcamiento del lavadero para asistir a un gran espectáculo de fuegos artificiales que pondrá el broche de oro al evento. Es una oportunidad para descubrir la historia de la ciudad a través de la vida cotidiana de los campesinos de la época, así como de los acróbatas y los hombres de armas. 

De hecho, fue durante la Baja Edad Media cuando la ciudad alcanzó su apogeo. Gracias a su puerto muy dinámico, el pueblo de Touques se convirtió en paso obligado de duques y reyes en su camino hacia Inglaterra. Esta especificidad asociada a la explotación de las 52 salinas del municipio permitió a Touques experimentar un auge económico considerable durante el siglo XIII.
El primer duque de Normandía, el vikingo escandinavo Rollon, fortificó el castillo de Bonneville sur Touques para protegerse de posibles ataques marítimos. Más tarde, fue también en el castillo de Bonneville sur Touques donde Guillermo el Conquistador reunió a sus barones para ultimar las estrategias de conquista del territorio inglés.

A partir de las 19:00, un gran baile medieval, animado por la Carité de Guingamor, una compañía de alegres malabaristas especializados en demostraciones e iniciaciones a la danza, marcará el ritmo de las primeras horas de la noche. Un maestro de baile le guiará a través de los pasos, tanto si no está seguro como si tiene experiencia, como parte de un grupo vestido con elaborados trajes de época.

En la segunda mitad de la velada, a las 23:00 horas, un extraordinario espectáculo de fuego a cargo de l'Arche en Sel, compañía de artes de calle especializada en espectáculos de fuego y pirotecnia, presenta un mundo de cuento de hadas inspirado en leyendas y mitologías, especialmente celtas y nórdicas.
Ballets de fuego, torbellinos de chispas, fénix, marionetas gigantes, espectáculos rítmicos y dinámicos entusiasmarán a los espectadores en el aparcamiento de Lavoir, cerca de la iglesia Saint-Thomas.

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